#92 ¿Cuándo aparece el reflejo palmar?

¡Hola todos!

Estamos pasando una temporada con muchos nacimientos de bebés prematuros, la mayoría de extremo bajo peso al nacer: Hemos tenido oportunidad de evaluarlos y de consultar por una de las características del examen físico que siempre nos han generado curiosidad: ¿cuándo aparece el reflejo palmar?

Recordando la embriología de la mano, sabemos que los dedos ya están conformados y separados a las 8 semanas de gestación. Algunos reportes de ecografía fetal han observado el reflejo palmar tan temprano como a las 16 semanas de edad gestacional, cuando los obstetras pueden observar a los pacientes fetales haciendo lo que parece ser una prensión del cordón umbilical. Todos nuestros pacientes (de 25 semanas en adelante) presentan este reflejo primario y lo manifiestan de manera enérgica y simétrica en ambas manos en la primera evaluación, que se realiza generalmente dentro de las 24 primeras horas de vida.

La técnica para buscar el reflejo es sencilla: con el bebé boca arriba buscamos el reflejo colocando la yema del dedo índice en la palma de la mano ejerciendo una ligera presión.. La respuesta normal tiene dos tiempos: el cierre de los dedos y la prensión. El examinador debe observar que los dedos del bebé rodean a su dedo índice y percibir que éste queda "atrapado" o ligeramente adherido a los dedos del bebé. La intensidad del reflejo fue comentada por Robinson en 1891, quien describió las primeras observaciones de bebés que podían soportar su propio peso mientras ambas manos ejercían prensión simultánea sobre una pequeña barra horizontal durante más de 10 segundos. Esto ha dado pie a la explicación evolutiva de la existencia del reflejo como un remanente de una función útil para los simios (que se aferran a sus madres para ser transportados) y que en el humano dejó de tener utilidad. Esta teoría también explicaría por qué el reflejo de Moro es inhibido por el de prensión, la jerarquía de los reflejos implicaría que el bebé que se aferra a la madre mediante la prensión no podrá caer por una activación involuntaria del reflejo de Moro. Otra interacción relevante entre los reflejos arcaicos es que el reflejo de prensión no inhibe el reflejo de succión, mientras que una succión activa en general se asocia a una prensión más enérgica.

Según Futagi (Int J Pediatr, 2012) el reflejo palmar se describe inicialmente como un reflejo espinal, surgiendo en forma progresiva su regulación en áreas motoras no primarias de la corteza cerebral mediante interneuronas espinales. Esta particularidad puede explicar por qué los bebés con anencefalia pueden presentar este reflejo (en un primer momento la corteza no interviene en su producción) y por qué el reflejo puede reaparecer en adultos con patologías severas del lóbulo frontal (como un "signo de frontalización", es decir, pérdida de inhibición cortical). La adquisición progresiva del control motor permite la aparición de la prensión voluntaria alrededor de los dos meses de vida y la desaparición del reflejo antes de los seis meses.

Aplicaciones de reflejo palmar

Kadiroglu (Biol Res Nurse 2023) publicó una experiencia con bebés durante el baño, donde observaron que la frecuencia cardiaca y tiempo de llanto se redujo en forma significativa con la prensión palmar. Este estudio y otros similares proporcionan evidencia de que intervenciones simples como el reflejo palmar pueden estabilizar las respuestas fisiológicas de los bebés en situaciones estresantes. Por otro lado, la intensidad del reflejo puede reflejar la intensidad del dolor y es empleada en algunas escalas como N-PASS para valorar el mismo. Otros autores han sugerido que el bebé hambriento tendrá un reflejo de prensión más intenso y prolongado, por lo que se puede tomar como indicador de la necesidad de alimentación del bebé para las madres y cuidadores con poca experiencia.

El artículo de Futagi de 2012 puede ser leído aquí:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3384944/?report=reader

El estudio de Kadiroglu se puede encontrar en el siguiente enlace

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35968725/