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#141 Código EHI (3ra parte): diagnóstico, intervenciones y atención a la familia

¡Hola todos!

Terminamos la revisión de la publicación Código EHI: revisión sistematizada para entornos con recursos limitados, publicada por el grupo del Dr. Alfredo García-Alix recientemente. Los enlaces para revisar la primera y segunda parte los puedes encontrar al final de esta entrada, así como la versión completa del artículo.

Como comentamos, esta revisión está dividida en 9 secciones. En esta última entrega revisaremos las recomendaciones correspondientes al diagnóstico y manejo de la disfunción multiorgánica, a los estudios diagnósticos, intervenciones terapéuticas y una última parte dedicada a la atención a la familia.

En cuanto a las intervenciones terapéuticas, los autores no recomiendan el uso de metodología de baja tecnología para la aplicación de hipotermia. Si no puede asegurarse una adecuada regulación de la temperatura central y una vigilancia estrecha de la homeostasis del paciente, son frecuentes el sobreenfriamiento y el recalentamiento acelerado, ambas condiciones asociadas a resultados adversos. Hasta el momento no tenemos evidencia del beneficio de otras intervenciones farmacológicas (eritropoyetina, melatonina, alopurinol, topiramato) como monoterapia para manejo de EHI, por lo que en general no pueden ser recomendadas.

Las recomendaciones de diagnóstico clínico, exámenes auxiliares sugeridos y pautas de manejo de disfunción multiorgánica se pueden resumir en el cuadro a continuación:


Tomado de García Alix. Anales de Pediatría, 2024.

El artículo sugiere emplear una restricción hídrica leve de 55-60 ml/kg/día por los primeros días hasta observar una diuresis normal (1 cc/kg/hora). Si bien esta medida no tiene soporte contundente de la evidencia, está destinada a evitar la sobrecarga hídrica y los diversos trastornos hidroelectrolíticos asociados. Por otro lado, una restricción extrema o prolongada puede llevar a hipovolemia, hipoperfusión y lesión cerebral y renal agregadas. Otro punto donde se incide es el diagnóstico oportuno y el tratamiento correcto de la hiponatremia (secundaria a múltiples causas en el contexto de la EHI).

Por otro lado, se da la recomendación de iniciar alimentación trópica no nutritiva, a razón de 10-20 cc/kg prestando siempre atención a los signos de intolerancia oral.

En relación a las pruebas complementarias, los autores recomiendan el uso seriado de la ecografía cerebral en manos de personal entrenado, no sólo para la valoración de lesiones sino también para la evaluación del flujo sanguíneo cerebral (índice de resistencia en las arterias cerebrales media o anterior). Es recomendable también el monitoreo electrográfico para el diagnóstico adecuado de convulsiones y para establecer pronósticos fiables de manera más temprana.


El ultimo aspecto del manejo de la EHI está relacionado con la importancia de la atención a la familia, que vive una situación muy estresante y es a menudo descuidada por el personal de salud. Para este ítem también tenemos recomendaciones:

  • Explicaciones claras a los padres a cargo de personal con experiencia

  • información empática, uso de recursos gráficos o escritos

  • Favorecer presencia de los padres en la UCI, el contacto piel a piel, y la participación directa en el cuidado

  • Entrenamiento del personal de enfermería

  • Idealmente contar con servicio de psicología clínica

  • Prestar particular atención a la familia cuando el bebé se deteriora o complica

  • Continuar el seguimiento y la orientación después del alta.


Te recomendamos revisar el artículo en su versión completa, el cual puedes descargar en este enlace:


La primera parte de esta triple entrega del blog (Código EHI: reanimación y primeras horas de vida) la puedes leer en este enlace, y la segunda (Código EHI: reconciendo la encefalopatía, valorar la gravedad y manejar las convulsiones) puedes encontrarla aquí.





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