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#142 Citomegalovirus congénito: nuevas recomendaciones para prevención del compromiso cerebral y auditivo

¡Hola todos!

Hoy nos referiremos a una de las infecciones causantes de discapacidad neurológica y auditiva más prevalentes en el mundo: la infección congénita por citomegalovirus. El 1 de abril fue publicado un documento que contiene recomendaciones de consenso para el manejo prenatal, perinatal y postneonatal de esta infección, publicadas en la revista Lancet por el grupo ECCI (ecci.group), las cuales revisaremos hoy.


En estadíos tempranos del desarrollo, la infección por citomegalovirus produce efectos en el sistema nervioso central que incluyen alteraciones en la proliferación y diferenciación neuronal, además de muerte de las células progenitoras y trastornos de migración de diverso grado de severidad. Las infecciones por CMV que ocurren en diferentes edades gestacionales tienen diferentes patrones de presentación, siendo esta fecha el determinante principal de la magnitud de la lesión cerebral.


CMV congénito con compromiso cerebral severo.

En un metaanálisis que reunió 17 trabajos relacionados con la transmisión vertical de CMV, Chatzakis (AJOG; 2020) encontró que la tasa de transmisión si la infección era preconcepcional era de 21%, mientras que si la infección se daba en el tercer trimestre la tasa de transmisión llegaba a 66%. En comparación con las tasas de transmisión, la probabilidad de consecuencias neurológicas y sordera neurosensorial en el feto es mayor mientras más temprano ocurra la infección por CMV. Los datos se resumen en la tabla 1.


Es interesante observar que los efectos más severos sobre el SNC y la audición se asocian a la transmisión en el primer trimestre y se reducen notablemente en el resto de la gestación. En los estudios evaluados en el metaanálisis se resalta que el momento exacto de la transmisión puede no ser identificable con precisión pero que el método empleado suele ser la seroconversión de la madre, considerando además que el pico de viremia ocurre siete semanas después de la transmisión y su duración alcanza las 12 semanas.


Es por estas observaciones y en base a la evidencia de la eficacia del tratamiento antiviral para prevenir la transmisión vertical en mujeres con primoinfección por CMV demostrada recientemente, que el grupo ECCI publicó sus recomendaciones, agrupadas en el aspecto preventivo, en el diagnóstico y tratamiento maternos y en la atención neonatal. Aquí resumimos las más importantes:

  1. Realizar serología para CMV en toda gestante en el primer trimestre (las secuelas se limitan a la infección adquirida en este periodo). repetir cada 4 semanas hasta las 16 semanas. Sólo en caso de hallazgos ecográficos sugerentes se sugiere la serología más allá de las 16 semanas.

  2. En caso de infección materna periconcepcional o en primer trimestre, se recomienda el inicio de valaciclovir 8 g/día lo más pronto posible (se recomiendan 2 gr cada 6 horas para reducir riesgo de nefrotoxicidad)

  3. La infección fetal puede descartarse posteriormente mediante PCR para CMV en el líquido amniótico.

  4. Se recomienda la evaluación diagnóstica para CMV en los neonatos con hipoacusia neurosensorial, lesiones ecográficas sugerentes y con retraso del crecimiento simétrico de causa desconocida. Esta debe realizarse en las primeras tres semanas de vida mediante PCR en saliva u orina, se desaconseja el empleo de IgM.

  5. No se recomienda la realización de punción lumbar.

  6. Se sugiere realizar RMN cerebral a todos los bebés con síntomas neurológicos al nacer, sordera, corioretinitis y hallazgos ecográficos de CMV.

  7. Los neonatos con síntomas neurológicos y/o hipoacusia neurosensorial deben empezar tratamiento a la brevedad (idealmente en el primer mes) con Valganciclovir. Se recomienda un tratamiento por 6 meses.

  8. Los pacientes afectados deben ser seguidos hasta los seis años


Si bien es cierto que el comportamiento de la infección por CMV es diferente en diversas partes del mundo, estas recomendaciones nos obligan a reflexionar sobre la posibilidad de prevención de la transmisión vertical de la infección por citomegalovirus como una medida aplicable dirigida a reducir la discapacidad asociada a esta infección en nuestros pacientes.


Puedes revisar las recomendaciones del documento en versión completa en este enlace:

El artículo de Chatzakis puede ser revisado aquí:



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