#203 Parte II - Efectos de la exposición a pantallas en el cerebro de los bebés
- Neuro Neo
- hace 6 días
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¡Hola todos!
Les presentamos la segunda parte de la revisión sobre el efecto de la exposición a pantallas en el cerebro en desarrollo. En la primera entrada (#202 Exposición a pantallas en niños pequeños) te mostramos evidencia de que, a pesar de las recomendaciones de diferentes organizaciones que vigilan la salud de la infancia, la exposición a pantallas está en incremento en los últimos años, iniciando cada vez más temprano y por más tiempo. En esta segunda parte exploraremos qué funciones cerebrales pueden verse afectadas por la exposición a pantallas y cómo se manifiestan estos trastornos más adelante en la niñez.

Recordemos que el desarrollo cerebral en los dos primeros años de vida ocurre a una velocidad acelerada, la más rápida de toda nuestra vida, y que son las experiencias basadas en influencias sociales, ambientales y culturales, las que modelarán los circuitos que al nacer están expectante de las mismas.
Un recién nacido de término puede procesar información sensorial en todas las modalidades y es capaz de percibir y producir todo tipo de fonemas (de todos los idiomas), pero al llegar a su primer cumpleaños, los bebés ya pueden discriminar y producir los fonemas específicos de su lengua materna. Además de las regiones dedicadas al lenguaje, las áreas que se desarrollan más en esta etapa son las que nos ayudan a comprender el significado de las palabras, las expresiones faciales, y la gesticulación. Regiones cerebrales como el giro angular nos permiten comprender lo que escuchamos y algunas áreas del lóbulo frontal permiten empezar a desarrollar habilidades complejas como la memoria viso-espacial y la atención y reconocimiento de rostros y palabras escuchadas. En el segundo año de vida el lóbulo parietal es el que se desarrolla más y se van delineando los circuitos que dedicamos a la atención y a la ejecución de tareas, además del perfeccionamiento del lenguaje, el reconocimiento de letras y números y la memoria de trabajo. (Gilmore J. Cerebral Cortex, 2012)
¿Cómo interfieren las pantallas en este desarrollo? Aún hay mucho por aprender, pero las observaciones mostradas a partir de la pandemia de coronavirus (que masificó el uso de dispositivos entre niños menores de dos años) centraron las alteraciones del desarrollo en cinco aspectos principales que te mostramos en la tabla a continuación. Otros aspectos evidentes como las dificultades para el sueño no han sido consideradas en esta revisión y tampoco hemos incluido los que carecen de evidencia que los sustente, como las asociaciones con déficit cognitivo.

La exposición masiva a pantallas (se refiere a bebés que observan pantallas por más de 5 a 7 horas al día) se asocia a una demora en la adquisición del lenguaje, aunque sin perjuicio del cociente intelectual (Foster y Watkins, Child Dev 2010). Algunos estudios han encontrado dificultades en la comprensión del lenguaje y en la adquisición de vocabulario (Massaroni V. Brain Sci 2023). Esta exposición también se ha relacionado con un menor desempeño en pruebas de lectura y menor memoria a los 7 años. Los indicadores de desatención se asocian no sólo al tiempo de exposición (Santos R. Dev Neuropsychol 2022) sino también a la exposición a contenidos inapropiados antes de los tres años, mostrando la importancia del tipo de contenido, sobre todo si se trata de contenido violento (que incluye los noticieros) o programas de entretenimiento destinados a adultos. El efecto de la exposición no supervisada sobre las funciones ejecutivas, el lenguaje y la cognición ha sido evaluado por Korres (Cureus, 2024). Las alteraciones de conducta parecen estar relacionadas al uso de pantallas táctiles en menores de 2 años y en niños en los que se usan pantallas para la regulación emocional (Coyne S. Comput Human Behav, 2024) .
El tema de las pantallas y el desarrollo es muy amplio, por eso tenemos un tercer post que dedicaremos a comprender los mecanismos de esta interacción ¿De qué forma intervienen las pantallas ? ¿Es la interferencia con actividades donde se realiza juego libre, imaginativo o interacciones saludables con adultos el problema? ¿O es el tipo de contenido? ¿O el tiempo de exposición? Por otro lado, no toda exposición es necesariamente negativa. Entonces, ¿existen contenidos apropiados o formas adecuadas de uso de pantallas en niños pequeños? Continuaremos la revisión en un siguiente post.
REFERENCIAS
Estudio de Foster y Watkins sobre efectos sobre la atención
Revisión sistemática de Santos sobre los efectos sobre la atención
El estudio de Coyne sobre conducta y pantallas en lactantes está aquí:
La revisión de Korres sobre efectos en lenguaje y funciones ejecutivas está aquí:
El estudio de Massaroni está aquí:
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