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#108 El pronóstico del infarto arterial cerebral en el recién nacido

¡Hola todos!

Esperamos que hayan podido revisar el primer caso del mes en NeuroNeo (puedes leerlo aquí) donde presentamos un ejemplo muy típico de accidente cerebrovascular en el recién nacido: el infarto de la arteria cerebral media.

Para complementar la información que pudimos compartir en el caso, en este post vamos a revisar dos publicaciones relacionadas con el pronóstico del infarto cerebral neonatal.

La primera es un artículo de Felling (Ann Neurol, 2020) que reporta datos del International Pediatric Stroke Study, una iniciativa que recoge datos de 87 centros de 24 países, sobre pacientes pediátricos con infarto arterial y trombosis de seno venoso.

El estudio incluyó a 174 recién nacidos, 75% de los cuales presentaron con convulsiones como síntoma inicial, mientras que se registró hemiparesia en 17% de los bebés. Como está ya documentado, los pacientes varones son afectados con más frecuencia (55%). 77% de casos involucran la circulación anterior del cerebro, siendo la mitad infartos únicos. Otro dato interesante de esta cohorte es que 30% de bebés presentaron factores de riesgo cardiacos para el infarto (cardiopatías congénitas canónicas o acianóticas, cirugías recientes, etc).

Respecto al pronóstico, los investigadores evaluaron a los bebés dos años después del evento y encontraron que sólo un 8% de pacientes presentaban alteraciones moderadas a severas del desarrollo. Esto representó un escenario más benigno cuando se comparó con los infartos en niños y adolescentes, en quienes el 24% presentaban problemas moderados o severos dos años después.

Los hallazgos del seguimiento a dos años de los neonatos mostraron que la evolución en la mayoría de casos es favorable, con una mayoría de pacientes con desarrollo normal o dificultades menores sobre todo a nivel motor y de lenguaje. La figura resume los hallazgos por área según la prueba PSOM, herramienta validada para evaluar cinco áreas: sensoriomotora derecha, sensoriomotora izquierda, lenguaje expresivo, comprensión del lenguaje y área cognitivo/conductual.

PRONÓSTICO A DOS AÑOS DEL I NFARTO ARTERIAL NEONATAL SEGÚN AREAS DEL DESARROLLO. Traducido y adaptado de Felling (Ann Neurol 2020)

Los autores identificaron algunos factores de riesgo para un pronóstico adverso (evaluados para todas las edades pediátricas, no solo para neonatos) como fueron la presentación clínica al inicio con trastorno de conciencia y/o hemiparesia, la edad de presentación entre 1 mes y 1 año, la presencia de alguna enfermedad crónica y la afectación simultánea de vasos grandes y pequeños.

La epilepsia puede ser otra de las consecuencias del infarto cerebral neonatal. Revisamos el trabajo de Billinghurst (Neurology 2017), quien en un seguimiento de 74 neonatos con infarto cerebral reportó crisis sintomáticas remotas en 23% y un diagnóstico de epilepsia en 15% de pacientes. La gran mayoría de bebés presentó la primera crisis antes de los 16 meses. 54% de pacientes presentaron crisis focales como característica clínica principal, mientras que un 45% presentó espasmos infantiles. La gran mayoría de pacientes tuvieron epilepsias controladas con 1 o 2 medicamentos.

En general podemos comentar que los infartos cerebrales en neonatos tienden a ser más benignos que en otras edades. La presentación típica (como vimos en nuestro primer caso del mes) suele ser con crisis focales, especialmente de tipo clónico. La evolución suele ser favorable con un 85% de pacientes recuperados o con disfunciones leves de tipo motor, del lenguaje o la conducta, y hasta un 15% de pacientes con epilepsia con respuesta adecuada a tratamiento. Esta evolución nos demuestra la importancia de los mecanismos de plasticidad cerebral que llevan al cerebro a recuperarse frente a la lesión isquémica temprana.


Puedes revisar el trabajo de Felling en este link : https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32215969/


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