#204 Parte III. ¿Cuánta? ¿Cuándo? ¿Con quién? Factores que determinan el efecto de las pantallas en el cerebro de los bebés
- Neuro Neo
- 1 sept
- 4 Min. de lectura
¡Hola todos!
En esta tercera entrada relacionada con las pantallas y niños pequeños vamos a explorar los diferentes mecanismos mediante los cuales la exposición a pantallas puede ser perjudicial para el cerebro en desarrollo. En un primer momento puede ser difícil distinguir entre estos dos momentos ¿Qué ocurre primero? ¿Es la exposición a pantallas la que origina los problemas o es que es el cerebro que presenta alguna alteración en el desarrollo (por ejemplo, alguna limitación en la atención) el que será más propenso a exponerse a este tipo de factores y ser modificado por dicha experiencia? Tenemos entonces que revisar las principales variables de la exposición.

Tiempo de exposición
Como comentamos en el primer post dedicado a este tema, el tiempo promedio que pasa un bebé menor de dos años frente a pantallas en EEUU es de 49 minutos (Commonsense, 2020), y este tiempo se triplica en los dos años siguientes.
Los estudios han mostrado que son las exposiciones masivas (más de 5-7 horas al día) las que podrían asociarse a retraso en el lenguaje o problemas de atención (Foster E, Watkins S. Child Dev, 2010). Recordemos que la mayoría de estudios sobre pantallas se basan en reportes de los padres y cuidadores que subestiman el tiempo y sobreestiman las capacidad de los niños. ¿Estarán tomando en cuenta otros factores como el uso de pantallas de fondo o la interrupción de las actividades por pantallas?
Trayectoria de exposición
Esta variable se refiere al inicio del uso de pantallas y su empleo a lo largo de la infancia. Ya hemos visto que la exposición en bebés muy pequeños va en aumento, pero ¿es esto aún más perjudicial que el inicio en la etapa preescolar o escolar?
El estudio de cohortes de Zhao (JAMA , 2022) realizado con 152 pacientes con edades entre 6 y 72 meses, describió tres tipo de trayectorias de exposición a pantallas (Fig 1): algunos niños experimentan un incremento temprano de la exposición, siendo el pico mayor alrededor de los 2 años. Otros presentan un incremento tardío y que va en forma creciente desde el primer año hasta el cuarto o quinto año de vida. Y finalmente, un último grupo es el que presenta una exposición baja continua, con un promedio de exposición a pantallas menor a 1 hora durante toda su infancia. El desarrollo cognitivo fue evaluado a los 72 meses. El autor encontró que los bebés que más afectación presentaban eran aquellos cuya exposición empezaba más temprano. Y en una segunda fase, también los que presentaban incremento tardío.

Contexto de la exposición
El contexto en el que el niño se expone a las pantallas también es importante. La exposición a pantallas “de fondo” (background TV) ocurre cuando la televisión u otros medios electrónicos están encendidos en la habitación y mostrando contenido no adecuado para los niños.
Algunos estudios han mostrado que los bebés menores de dos años son capaces de escoger su propio contenido si se les deja la pantalla sin supervisión. Un 27% de niños menores de 2 años emplean pantallas con adultos que no los supervisan y un 13% lo hacen completamente solos.
Como vimos en el post anterior, existe un efecto de la exposición no supervisada sobre las funciones ejecutivas, el lenguaje y la cognición (Korres G, Cureus, 2024). Por otro lado, algunos estudios han mostrado que la exposición conjunta con los padres a contenidos educativos podría tener un efecto benéfico, puesto que se ha asociado a una mayor calidad de interacciones entre padres e hijos y mayor participación de los padres en el juego libre.
Hace más de una década Brandon McDaniel acuñó el término TECNOFERENCIA para describir una situación en la que los padres o cuidadores se distraen de las actividades interpersonales con sus hijos debido al uso de pantallas (celulares principalmente). Esta distracción interfiere con la capacidad del padre de responder apropiadamente las necesidades de atención del niño y aumenta las conductas negativas como la protesta o el desapego y reduce las expresiones positivas (Toledo-Vargas M. JAMA Pediatrics 2025) El estudio de Reed (Dev Psychol, 2017) demostró que las interrupciones (llamadas al celular) alteraban la capacidad de aprender palabras en niños de dos años, sin importar el número de repeticiones escuchadas.

Contenido
Existe una preocupación por la exposición de bebés pequeños a ciertos tipos de contenido en las pantallas de fondo, especialmente si es violento (un buen ejemplo son los noticieros) o si se trata de programas de entretenimiento para adultos, especialmente con contenido de fantasía. Estos contenidos se han asociado a efectos negativos sobre las funciones ejecutivas en menores de 2 años, además de episodios de juego más breve e interacciones menos frecuente y de menor calidad con los padres (Adams C. J Ped Nurs 2023).
Vemos que no sólo es el tiempo total de exposición el factor determinante de un posible efecto de las pantallas en el cerebro en el desarrollo. En la consulta diaria de niños de toda edad (más aún si son pequeños) el profesional de salud debe indagar por todas estas variables, que le darán una idea más certera de la magnitud de la exposición en los pequeños pacientes.
Referencias
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Estudio de Zhao JAMA 2022
El artículo de Toledo-Vargas (JAMA PEdiatrics 2025) está aquí
Scooping review de Adams, 2023.
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