#200 ¡Un post literario para celebrar!

"... enseguida se siente más sereno, la verdad es que de pronto se siente casi feliz, vaya, hay que ver cómo cambian las cosas, increíble, piensa Olai, y ahora un niño chico, el niño Johannes, verá la luz del mundo, porque el niño se ha hecho grande y fuerte en la oscuridad del cálido vientre de Marta, ha pasado de no ser nada de nada a ser una persona, una personita, pues sí, en el vientre de Marta le han salido dedos en las manos y dedos en los pies, y le ha salido cara, le han salido ojos y cerebro y quizá hasta algo de pelo, y ahora, mientras su madre Marta grita de dolor, el niño vendrá al frío de este mundo..."

"... ahora una mano y el grito que se pierde y tan suave suave como lo rojo y oscuro suave y caluroso y tan blanco suave y caluroso entre los labios y tan firme y blanco y todo es calmo y ay qué bonito qué bonito eres qué lindo qué lindo eres qué lindo es este niño más lindo no lo hay no lo hay más lindo Ay, qué lindo es este niño Precioso es el niño Madre mía Ha sido niño y suave y húmedo y una extraña calma y calma y ahora a o a y lo blanco ao y suave e a y firme e a ea ea e a blanco y caloroso ea ea y tan calmo Y se llamará Johannes Sí y ahora cae y ahora se pierde y no ser y Ay, qué bonito es Johannes y quedarse y quedarse donde no hay otra cosa y Johannes será pescador como su padre Eso será y ahora calma calma queda y quedarse ahí y ahí y ea ea y Olai ahí, junto a la cama de la alcoba y ve al niño Johannes descansando al pecho de su madre y en la frente el fino pelo aplastado y Marta con los ojos cerrados y respira con calma y el niño Johannes descansa en su pecho y mama y mama... Qué bonito eres, dice Olai ...Sí que es bonito, y está bien formado, dice la vieja matrona Anna ...Y todo ha salido bien, dice..."

"Por la noche la bebé abre los ojos. Le tomamos fotografías, como si fuera un hallazgo raro en medio del bosque. Ella fija la mirada en el flash pero no pestañea. Nos mira. Su mirada es como el cielo claro, no está nublada por el reconocimiento, el juicio o la emoción. Tengo miedo por ella. Podríamos ser personas que no la van a cuidar, que no se harán cargo. Al fin y al cabo, podríamos ser cualquiera. Ella cierra los ojos. Duerme en nuestra cama, entre los dos. Más tarde, durante la noche, la encuentro mirándome en la oscuridad. No pestañea, pero ya su expresión ha cambiado, ha adquirido una capa de profundidad. Trato de volver a dormir, pero la idea de ser el blanco de esta desconcertante mirada hace imposible que mantenga los ojos cerrados Siento como si mi hija absorbiera enormes cantidades de información sobre mí a altísima velocidad mientras yo duermo... como si yo fuera el cuartel general donde recibirá órdenes para poder llevar a cabo su propia misión secreta".

"Con cada llanto me ha enseñado algo que es a la vez simple y duro: que mi afecto, mis distracciones tontas, mis horas de adoración, la persona en la que me convierto para cuidarla, todo ha sido tan superficial como mi enojo y mi desesperación. Lo único que ella necesitaba de mí era que yo esté allí. Y por supuesto, lo único es a la vez todo, porque estar allí significa no estar en ningún otro lugar, estar lista para dejarlo todo. Que haya dejado de llorar significa que ella juzga que mi entrenamiento es exitoso y que he alcanzado el rango de madre, una señal de que ahora podemos, cuidadosamente, empezar una vida juntas".

"...El bebé mira hacia arriba buscando a la Madre. Salgamos de aquí, suplican sus ojos. ¡Llévame! El Radiólogo se detiene, congela una de las imágenes en el mar de grises... El Bebé quiere levantarse para alcanzar el interruptor de la pared. Se inquieta, se alborota y señala. Últimamente le encantan las luces - explica la Madre. Está bien - responde el Cirujano, mirando el interruptor - Déjelo jugar con él. La Madre se levanta y se acerca al interruptor, y el Bebé empieza a jugar a prender y apagar la luz. Lo que tenemos aquí es un tumor de Wilms - dice el Cirujano, súbitamente sumido en la oscuridad. Dice "tumor" como si fuese la cosa más normal del mundo..."

"Mira al bebé. Nació de su madre, y de ella aprende cómo comer, cómo caminar, hablar, cazar, correr. No inventa cosas nuevas. Sólo continúa con las antiguas. Así es como todos venimos al mundo, James. Débiles y necesitados, desesperados por aprender a ser personas..."